lunes, 4 de marzo de 2013

El Neuromarketing, el nuevo marketing

Quizás al escuchar la palabra neuromarketing mucha gente puede presentar dudas acerca de qué se habla; pero lo cierto es que hoy en día cada vez experimentamos más esta nueva forma de marketing.

El neuromarketing consiste en aplicar determinadas técnicas centradas en la neurociencia, el estudio de la mente humana, para estudiar los efectos que produce la publicidad y poder percibir de este modo la conducta que adoptará el consumidor. Con este método de investigación se podría saber lo que piensa el consumidor, lo que quiere y cómo lo quiere.

Los publicistas pueden plantear preguntas esenciales para lograr un efecto positivo sobre los clientes y de esa manera diseñar programas de marketing con mayor eficacia, esto se puede lograr gracias a las respuestas que ofrece el neuromarketing.

Este estudio se aplicó en una campaña publicitaria de Pepsi, donde daban a elegir refrescos visualmente iguales pero con contenidos de distintas marcas. Como resultado se obtuvo que cerca del 50% de los encuestados elegían Pepsi, a pesar de que Pepsi estuviera lejos de ser líder del mercado.

Un especialista en neurociencia investigó esta contradicción monitorizando la actividad de sus cerebros a través de resonancias magnéticas. La zona responsable de la recompensa positiva del cerebro se activaba con ambos refrescos, sin embargo otra zona se activaba al reconocer la marca. En comparación con la prueba realizada anteriormente el 75% de los encuestados escogieron Coca-Cola.

La conclusión fue que la venta de Pepsi debería aproximarse al 50% del mercado, sin embargo, tanto los valores reales del mercado como la respuesta cerebral al reconocer las marcas era muy superior a favor de Coca-Cola.

Está claro que es un avance significativo en cuanto marketing y publicidad se refiere, ya que nos permite crear una mejor publicidad concorde al tipo de consumidor que se dirija y crear mayor impacto en el, no obstante, como en toda gran idea, existen desventajas.

Algunos critican que se podría llegar a controlar las decisiones de consumo del cliente, que estas técnicas pueden invadir la intimidad de las personas, al poder orientar las emociones personales hacia productos del mercado.

¿Los consumidores se dejarían manipular por las empresas?¿los publicistas dejarían pasar la oportunidad de saber lo que quieren los consumidores para ofrecérselo? La respuesta es no, por ello habrá pros y contras, siempre dependiendo del punto de vista con el que se mire.

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